El vitalismo es un movimiento que se interesa en darle importancia a los irracional, vital, impulsivo, instintivo, pasional e
individual. Por lo que va en contra de movimientos como el utilitarismo y
positivismo, por tratarse de conceptos que se basan sobre lo científico y sustentado. Niega la hegemonía de la razón tanto en la naturaleza como en acciones humanas y destaca los aspectos irracionales del ser humano como la
sensibilidad poética, la intuición, la visión poética, entre otras.
El vitalismo se relacionaría con la naturaleza y forma
de actuar del ser humano teniendo en cuenta a el mundo como centro de acción,
definiendo a este como una zona que nos obliga a tomar ciertas actitudes para
poder llevar a cabo la supervivencia en la sociedad .Para Schopenhauer “El
mundo” se presenta como una multiplicidad aparente y en este caso, es una representación en varias dimensiones y
conceptos. Cuando se va más allá de las apariencias y el individuo se
pregunta por lo que pasa en general y el porqué, pasa a tener una
intuición de sí mismo, una experiencia interna que lo lleva a conocerse a sí
mismo como un individuo con voluntad propia,
siendo difícil alterarla por ellos. El paso del mundo como
representación de lo absoluto y como voluntad está constituido por la intuición
del propio pensamiento del sujeto, que no es más que una concreción de la
voluntad del mundo.
Según Schopenhauer, la voluntad en su
modo de ser objetivado se manifiesta en todos los estratos del mundo natural,
desde la simple piedra hasta el hombre, en quien alcanza su grado máximo al
adquirir la forma del deseo consciente en cuyo único caso pasa a
identificarse con la noción corriente de voluntad. En sí misma, sin embargo,
la Voluntad no es otra cosa que “un ciego afán, un impulso o pulsión carente
por completo de fundamento y motivos”. En otras palabras:
“Bajo tales aspectos, entonces, resulta evidente que yo, con razón,
haya puesto a la Voluntad de vivir como lo ulteriormente inexplicable, o más
bien, como fundamento y base de toda explicación y que ésta —muy lejos de ser
un palabrerío vacío como 'lo absoluto', 'lo infinito', 'la idea' y demás
expresiones similares— sea lo más real (das
Allerrealste) que conocemos; más aún: el núcleo de la realidad misma”
En conclusión
Schopenhauer afirma que la dirección de la existencia del mundo, la voluntad como
elemento fundamental de existir, que definimos como impulso de continuar en el
ser sin finalidad, desde lo inanimado hasta la inteligencia humana. Más
importante fue su aportación a la que luego será el vitalismo: tras la razón
debemos concebir algo irracional, más importante, más edificante, que
constituirá una voluntad única, que se esfuerza en dar explicación al mundo.
NIETZSCHE
El vitalismo en la ciencia: con el triunfo
de las ciencias naturales, a partir de la Edad Moderna, muchos autores
consideraron que los fenómenos vitales podían ser explicados en términos
materiales; el punto de vista mecanicista dominante sugería que podemos
entender a los seres vivos a partir de la comprensión de los fenómenos físico-químicos
y que la vida no representa un nivel de realidad cualitativamente distinto de
la realidad inorgánica.
El vitalismo en
la filosofía: en la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX encontramos
importantes filósofos que desarrollan toda su filosofía a partir de la
reflexión relativa a la vida. Dentro de esta línea del vitalismo se suelen
distinguir también diversas corrientes en función de su concepto de vida.
·
la vida en el sentido
biológico: este concepto subraya el papel del cuerpo, los instintos, lo
irracional, la naturaleza, la fuerza y la lucha por la subsistencia. El
vitalismo de Nietzsche se incluye en este grupo.
·
la vida en el sentido
biográfico e histórico: pero también podemos referirnos a la vida como conjunto
de experiencias humanas dadas en el tiempo, tanto en su dimensión personal o
biográfico como en su dimensión social o histórica. (Se crearon las nuevas de
vivencia, teorías de las generaciones y perspectiva)
·
Crítica a la religión
cristiana: Todas las religiones nacen del miedo, de la impotencia del hombre
frente a sí mismo. El cristianismo concentra, en la crítica de nuestro autor,
todos los males de las religiones: invención de otro mundo, imposición de la
moral de los débiles, y el concepto de pecado que pretende la aniquilación de
los valores de la vida.
Conviene
recordar los precedentes de la Ilustración y de Feuerbach en la crítica a la
religión. En Nietzsche su origen platónico y el concepto de Dios fundamentan la
crítica a la religión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario