miércoles, 27 de mayo de 2015

vitalismo

SCHOPENHAUER

El vitalismo es un movimiento que se interesa en darle importancia a los irracional, vital, impulsivo, instintivo, pasional e individual. Por lo que va en contra de movimientos como el utilitarismo y positivismo, por tratarse de conceptos que se basan sobre lo científico y sustentado. Niega la hegemonía de la razón tanto en la naturaleza como en acciones humanas y destaca los aspectos irracionales del ser humano como la sensibilidad poética, la intuición, la visión poética, entre otras.
El vitalismo se relacionaría con la naturaleza y forma de actuar del ser humano teniendo en cuenta a el mundo como centro de acción, definiendo a este como una zona que nos obliga a tomar ciertas actitudes para poder llevar a cabo la supervivencia en la sociedad .Para Schopenhauer “El mundo” se presenta como una multiplicidad aparente y en este caso, es una representación en varias dimensiones y conceptos. Cuando se va más allá de las apariencias y el individuo se pregunta por lo que pasa en general y el porqué, pasa a tener una intuición de sí mismo, una experiencia interna que lo lleva a conocerse a sí mismo como un individuo con voluntad propia, siendo difícil alterarla por ellos. El paso del mundo como representación de lo absoluto y como voluntad está constituido por la intuición del propio pensamiento del sujeto, que no es más que una concreción de la voluntad del mundo.

Según Schopenhauer, la voluntad en su modo de ser objetivado se manifiesta en todos los estratos del mundo natural, desde la simple piedra hasta el hombre, en quien alcanza su grado máximo al adquirir la forma del deseo consciente en cuyo único caso pasa a identificarse con la noción corriente de voluntad. En sí misma, sin embargo, la Voluntad no es otra cosa que “un ciego afán, un impulso o pulsión carente por completo de fundamento y motivos”. En otras palabras:
“Bajo tales aspectos, entonces, resulta evidente que yo, con razón, haya puesto a la Voluntad de vivir como lo ulteriormente inexplicable, o más bien, como fundamento y base de toda explicación y que ésta —muy lejos de ser un palabrerío vacío como 'lo absoluto', 'lo infinito', 'la idea' y demás expresiones similares— sea lo más real (das Allerrealste) que conocemos; más aún: el núcleo de la realidad misma”

En conclusión Schopenhauer afirma que la dirección de la existencia del mundo, la voluntad como elemento fundamental de existir, que definimos como impulso de continuar en el ser sin finalidad, desde lo inanimado hasta la inteligencia humana. Más importante fue su aportación a la que luego será el vitalismo: tras la razón debemos concebir algo irracional, más importante, más edificante, que constituirá una voluntad única, que se esfuerza en dar explicación al mundo.


NIETZSCHE
El vitalismo en la ciencia: con el triunfo de las ciencias naturales, a partir de la Edad Moderna, muchos autores consideraron que los fenómenos vitales podían ser explicados en términos materiales; el punto de vista mecanicista dominante sugería que podemos entender a los seres vivos a partir de la comprensión de los fenómenos físico-químicos y que la vida no representa un nivel de realidad cualitativamente distinto de la realidad inorgánica.
El vitalismo en la filosofía: en la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX encontramos importantes filósofos que desarrollan toda su filosofía a partir de la reflexión relativa a la vida. Dentro de esta línea del vitalismo se suelen distinguir también diversas corrientes en función de su concepto de vida.
·         la vida en el sentido biológico: este concepto subraya el papel del cuerpo, los instintos, lo irracional, la naturaleza, la fuerza y la lucha por la subsistencia. El vitalismo de Nietzsche se incluye en este grupo.
·         la vida en el sentido biográfico e histórico: pero también podemos referirnos a la vida como conjunto de experiencias humanas dadas en el tiempo, tanto en su dimensión personal o biográfico como en su dimensión social o histórica. (Se crearon las nuevas de vivencia, teorías de las generaciones y perspectiva)
·         Crítica a la religión cristiana: Todas las religiones nacen del miedo, de la impotencia del hombre frente a sí mismo. El cristianismo concentra, en la crítica de nuestro autor, todos los males de las religiones: invención de otro mundo, imposición de la moral de los débiles, y el concepto de pecado que pretende la aniquilación de los valores de la vida.
Conviene recordar los precedentes de la Ilustración y de Feuerbach en la crítica a la religión. En Nietzsche su origen platónico y el concepto de Dios fundamentan la crítica a la religión.

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